Es que, es incomodo empezar, hasta que empiezas y se vuelve cómodo, y te das cuenta de que, lo que antes parecía “cómodo” era solo una ilusión, y en realidad te sentías extremadamente incomoda, creyendo que de esa manera estabas más segura. Todo esto lo pensé cuando decidí corregir mi postura y alzar mi vista del piso mientras caminaba de regreso a casa.
Más tarde ese mismo día, mientras me hacían manicure, con la mirada perdida y pensativa, como es de costumbre, me di cuenta de que, gracias a que me salí de mi zona de confort, pude tomar una decisión crucial. Estaba corriendo y decidí cambiar mi acostumbrada ruta de todos los sábados y retarme un poco más (soy una persona muy rutinaria, hago lo mismo casi todos los días) y gracias a esto vi un letrero con una frase que me llevó a comprender lo que necesitaba, para tomar esa decisión. Al mismo tiempo que me pintaba las uñas de un color casi negro, algo que también retaba mi rutinaria manera de ser.
Lo cierto es que, por más pequeño que parezca ese paso que das, es justamente eso lo que te lleva a entender que al final lo grande que logras: es simplemente un conjunto de pequeños pasos, que se sienten como un gran paso.
Mis deseos para ti son que esta semana esté llena de esos pequeños pasos, que, seguramente llegará el día en el que se sienta que fue un gran paso!
Les abrazo,
MaryGonz